sábado, 30 de enero de 2010

Campaña de seguridad vial de gomaespuma

Simplemente mira este video y disfruta de estos artistas del humor.
Estos son dos craks y no Cristiano Ronaldo o Messi.

jueves, 28 de enero de 2010

jueves, 21 de enero de 2010

Cada uno con sus nervios


Santo Tomas, una y no más. Cuantas veces habré dicho este refrán en el tiempo que llevo dedicado a la enseñanza de la formación vial…
Tuve un alumno que era “un manojo de nervios”. En mi afán por solucionar su problemilla, le dije un montón de remedios caseros para intentar paliarlo. Le dije que se tomara una tila a ver que tal. No funcionó. Otro día le dije que se tomara una valeriana. Tampoco funcionó. Venden otro tipo de valeriana, un poco mas fuerte, que se llama valeriana alpina; también le propuse que se la tomara y nada de nada. Probé innumerables remedios sin obtener éxito ninguno.
Un día, un compañero me comentó que existían unas pastillas de venta en farmacia que eran mano de santo para todos los nerviosos/as. Apunté el nombre de las pastillas y se las dije al alumno. Este, se las compró, las probó en una clase y parecían que funcionaban. ¡¡¡ Habíamos encontrado la solución !!!
Nada más lejos de la realidad. El día del examen, el artista, en vez de tomarse una pastilla, decidió tomarse tres. Su deducción había sido que si en las clases se ponía nervioso y con una le había dado resultado, como en el examen se pasaban más nervios… pues tomate tres pirulas.
Cuando dijeron las pastillitas de hacerle efecto sus movimientos se volvieron superlentos, no reaccionaba a tiempo, ¡¡¡ hasta se le caía la baba !!!

lunes, 18 de enero de 2010

viernes, 15 de enero de 2010

¿Te atreves a conducir en la India?




Me imagino dando clase:
"Cuidado con el de la bici; ¡No, ese no! el de la derecha; ¡El motocarrooo! ¡Estás locoooo! ¡No ves que estamos dando clase y está aprendiendo! ¡Desalmaooooooo! ¡Cuidado, el del coche o lo que sea eso! ¡¡¡Me voy a dar de baja, que estrés!!!



lunes, 11 de enero de 2010

El muñequito rojo

A veces los alumnos te engañan. Tú piensas que están concentrados, que están tranquilos, que están tomando decisiones por ellos mismos y resulta que no hay nada más lejos de la realidad.
En una ocasión, me sucedió, que estaba dando clase con un alumno que estaba a las puertas de ir a examen. Ya conducía y circulaba de una manera correcta, y se defendía bastante bien en situaciones del tráfico más o menos complicadas.
Pues bien, aquel día iba como me tenía acostumbrado. Circulábamos por una calle muy larga en la que en el fondo se veía un semáforo que teníamos en verde. Cuando llegamos a la altura del semáforo, pegó un frenazo terrible, de esos que hacen que beses el salpicadero. Los vehículos que venían detrás también tuvieron que frenar bruscamente y se llevaron un susto inesperado (yo no me lo esperaba, pero como ya estoy acostumbrado… no me asusté). Miré el semáforo y seguía en verde. Entonces le pregunté que por qué nos parábamos y el me contesto: “Pues no ves que el muñequito está en rojo”


jueves, 7 de enero de 2010

miércoles, 6 de enero de 2010

Feliz dia de reyes



Que los magos de oriente os hayan traido todo lo pedido

martes, 5 de enero de 2010

domingo, 3 de enero de 2010

El asiento

Lo primero que hay que enseñarles a los alumnos es la acomodación en el vehículo. Pues bien, yo le dedico bastantes minutos a esta tarea. Primero, se sube o se baja el asiento (les suele gustar estar altos para poder ver el morro del vehículo; luego se dan cuenta de que el morro no se puede ver). Después, se acerca o se aleja el asiento. Nos abrochamos el cinturón y regulamos los espejos.
Ya estamos listos para arrancar y salir escopeteados.
En una ocasión, con un alumno que llevaba por lo menos 10 clases (eso es aproximadamente 450 minutos), se me ocurrió que podía regularse el asiento y los espejos mientras yo iba al baño.
No tardaría más de 5 minutos y el poema que me encontré me asusto bastante.
Me encontré al alumno empotrado entre el asiento y el volante del coche, sin apenas poder respirar, y con la cabeza contra el techo y el cuello torcido. No tenia posibilidad de movimiento alguno. El asiento se había convertido en una trampa mortal.
Después de 450 minutos, no sabía acercar o alejar el asiento; solamente sabia subir el asiento. Sube que te sube, sube que te sube,...
Si hubiese medido 10 centímetros mas, se me desnuca...